viernes, 31 de octubre de 2008

Faltan 5 horas para que me suba al avión y antes de esto quiero compartir con todos ustedes unas líneas que escribió el gran poeta griego Kavafis. Creo que refleja mejor que nadie lo que significa el viaje. Queridos y queridas, en eso estamos todos, viajando hacia nuestra Itacas:
(por cierto, pido disculpas, tal vez no es la mejor traducción, pero son pocos por acá los que podrían entenderlo del griego mi amada yolanda)

Konstantínos Kaváfis.

ÍTACA.

Cuando emprendas tu viaje hacia Ítaca
debes rogar que el viaje sea largo,
lleno de peripecias, lleno de experiencias.
No has de temer ni a los lestrigones ni a los cíclopes,
ni la cólera del airado Poseidón.
Nunca tales monstruos hallarás en tu ruta
si tu pensamiento es elevado, si una exquisita
emoción penetra en tu alma y en tu cuerpo.
Los lestrigones y los cíclopes
y el feroz Poseidón no podrán encontrarte
si tú no los llevas ya dentro, en tu alma,
si tu alma no los conjura ante ti.
Debes rogar que el viaje sea largo,
que sean muchos los días de verano;
que te vean arribar con gozo, alegremente,
a puertos que tú antes ignorabas.
Que puedas detenerte en los mercados de Fenicia,
y comprar unas bellas mercancías:
madreperlas, coral, ébano, y ámbar,
y perfumes placenteros de mil clases.
Acude a muchas ciudades del Egipto
para aprender, y aprender de quienes saben.
Conserva siempre en tu alma la idea de Ítaca:
llegar allí, he aquí tu destino.
Mas no hagas con prisas tu camino;
mejor será que dure muchos años,
y que llegues, ya viejo, a la pequeña isla,
rico de cuanto habrás ganado en el camino.
No has de esperar que Ítaca te enriquezca:
Ítaca te ha concedido ya un hermoso viaje.
Sin ellas, jamás habrías partido;
mas no tiene otra cosa que ofrecerte.
Y si la encuentras pobre, Ítaca no te ha engañado.
Y siendo ya tan viejo, con tanta experiencia,
sin duda sabrás ya qué significan las Ítacas.

miércoles, 29 de octubre de 2008

Ya está

Pues eso, mis queridos y queridas, que ya está. Este viernes dejo esta fría ciudad (por clima y, por desgracia, muchas veces por su gente) y me voy a tierras más cálidas.
Antes, pero, parada en Frankfurt (12 horas), donde tendré tiempo de pensar todo lo que dejo atrás, lo bueno y lo malo que he hecho, y también todo lo bueno y lo malo que haré (espero mucho más de lo primero que de lo segundo).
Primera parada, Caracas, donde me espera ya buena gente. Os iré informando de lo que vea y de lo que sienta. Recordad que os quiero y que espero que seáis felices.